Los 20 Mejores Lugares para Tomar Algo en Santiago

Bar Teclados, el mejor valorado del mes por usuarios.

4.85 Puntuación media (+1500 valoraciones)

La escena de bares y establecimientos para disfrutar una buena bebida en la capital chilena ha evolucionado notablemente en los últimos años, consolidando a Santiago como un destino relevante para los amantes de la buena coctelería, los vinos de calidad y la cerveza artesanal. Si estás buscando los mejores lugares para tomar algo en Santiago, has llegado al sitio indicado. Esta guía actualizada para 2025 te presenta una selección cuidadosamente curada de opciones que abarcan desde sofisticados wine bars hasta auténticas picadas tradicionales, pasando por innovadoras coctelerías de autor y cervecerías artesanales con personalidad.

Wine bars: Para los amantes del vino chileno y más allá

1. Bocanáriz: El templo del vino nacional

Ubicado en el corazón del barrio Lastarria, Bocanáriz se ha consolidado como referente indiscutible para los amantes del vino en Santiago. Su propuesta, centrada en mostrar lo mejor de la producción vitivinícola chilena, incluye una impresionante selección de más de 400 etiquetas, incluyendo pequeños productores y viñas boutique difíciles de encontrar en otros establecimientos.

Lo que hace especial a este lugar es su sistema de degustación por «vuelos», que permite probar diferentes vinos agrupados temáticamente (por región, cepa, o concepto) en formato de pequeñas copas, ideal para explorar la diversidad del terroir chileno. El personal, altamente capacitado, ofrece explicaciones detalladas sobre cada vino, creando una experiencia tanto educativa como placentera. Su menú de maridaje, con platos diseñados específicamente para complementar los vinos servidos, eleva aún más la experiencia.

2. Vinolia: Exploración vinícola interactiva

Vinolia, ubicado en Vitacura, representa una aproximación contemporánea al mundo del vino que combina tecnología y tradición. Este wine bar cuenta con un sistema único de dispensadores automáticos que permiten servirse pequeñas cantidades de vinos premium que normalmente solo estarían disponibles por botella, facilitando la exploración de etiquetas exclusivas sin comprometerse con una botella completa.

El espacio, elegante pero no pretencioso, está organizado por estilos y regiones vitivinícolas, con tabletas interactivas que ofrecen información sobre cada vino. Sus «masterclass» de degustación los jueves son particularmente populares entre aficionados que buscan profundizar sus conocimientos. La terraza con vista a la cordillera añade un elemento especial durante los meses más cálidos.

3. La Misión: Vino con historia

Instalado en una casona patrimonial en Providencia, La Misión combina una cuidada selección de vinos con un entorno arquitectónico que transporta a otra época. Este wine bar destaca por su enfoque en vinos de pequeños productores que trabajan con métodos tradicionales y mínima intervención, incluyendo propuestas biodinámicas y naturales.

Su carta de vinos cambia frecuentemente, reflejando la temporalidad y disponibilidad limitada de muchas de sus etiquetas. El ambiente, con vigas de madera expuestas, muros de adobe y un patio interior rodeado de vegetación, crea el escenario perfecto para disfrutar de vinos con carácter en un entorno que respeta la historia. Los días martes organizan catas verticales de diferentes añadas del mismo vino, una experiencia difícil de encontrar en otros establecimientos.

Coctelerías: Creatividad en estado líquido

4. Siete Negronis: Arte en cada copa

Como su nombre sugiere, Siete Negronis en Providencia es un homenaje al clásico cóctel italiano, ofreciendo siete variaciones diferentes que exploran las posibilidades de esta combinación de ginebra, vermut y bitter. Sin embargo, su propuesta va mucho más allá, con una carta de autor que cambia según temporada e incorpora ingredientes locales como rica rica, merkén, maqui o ulmo en creaciones únicas.

El ambiente, inspirado en los speakeasy de la época de la prohibición pero con toques contemporáneos, crea la atmósfera perfecta para apreciar la artesanía que supone cada preparación. Los bartenders, verdaderos mixólogos con formación internacional, elaboran cada bebida como una pequeña obra de arte, prestando extrema atención a detalles como el tipo de hielo, la temperatura exacta o la aromatización del vaso.

5. Room 09: Mixología con vista

Ubicado en la azotea de un edificio en Nueva Costanera, Room 09 combina una de las mejores vistas de Santiago con coctelería de vanguardia. Este rooftop bar ha elevado el estándar de los tragos con vista, demostrando que es posible ofrecer tanto un entorno espectacular como preparaciones de primer nivel sin sacrificar ningún aspecto.

Su carta, que incluye tanto revisiones creativas de clásicos como creaciones originales, destaca por el uso de técnicas contemporáneas como la clarificación, fermentación o fat-washing, creando perfiles de sabor sorprendentes. El servicio impecable y la atención al detalle, desde la selección de cristalería hasta las guarniciones artesanales, justifican los precios elevados. La mejor experiencia se vive al atardecer, cuando el sol se pone tras la cordillera mientras disfrutas de su signature cocktail «Andean Sunset».

6. La Singular: Coctelería de barrio con nivel mundial

En una casona restaurada en barrio Italia, La Singular ha conseguido lo difícil: ofrecer coctelería de nivel internacional en un ambiente relajado y acogedor que invita a sentirse como en casa. Este bar, dirigido por un equipo joven con formación tanto en Chile como en el extranjero, equilibra perfectamente la sofisticación de sus preparaciones con un ambiente descontracturado.

Su carta, que cambia cuatro veces al año siguiendo las estaciones, destaca por el uso de productos de temporada e ingredientes caseros como jarabes, bitters y tinturas elaborados in situ. El formato de «bartender’s choice» permite que los mixólogos creen tragos personalizados según tus preferencias, una opción especialmente recomendable para quienes disfrutan de experiencias únicas. Los domingos organizan «Neighborhood Highball», una tarde de tragos simplificados a precios accesibles que atrae a profesionales del rubro en su día libre.

Cervecerías: El boom de la cerveza artesanal

7. Cervecería Nacional: Del tanque a tu vaso

Este brewpub ubicado en Bellavista representa perfectamente el auge de la cerveza artesanal chilena. Cervecería Nacional produce todas sus cervezas in situ, permitiendo a los visitantes observar los tanques de fermentación mientras disfrutan el producto final en su punto óptimo de frescura. Su amplio espacio incluye tanto áreas interiores como un patio al aire libre, creando diferentes ambientes según la preferencia y temporada.

Su oferta incluye tanto estilos clásicos como IPA, Stout o Pilsner, producidos con rigurosos estándares, hasta ediciones especiales experimentales donde incorporan ingredientes locales como frutos del bosque patagónico, miel de ulmo o especias chilenas. Los miércoles organizan «Meet the Brewer», donde los maestros cerveceros presentan nuevas creaciones y explican el proceso de elaboración, una experiencia educativa para entusiastas de la cerveza.

8. Loom Brewers: Experimentación y tradición

En el límite entre Ñuñoa y Providencia, Loom Brewers ha ganado reconocimiento por su enfoque que equilibra el respeto por estilos tradicionales con una constante innovación. Este bar cervecero, con una decoración industrial que deja visibles los elementos técnicos de la producción, ofrece una experiencia inmersiva en el mundo de la cerveza artesanal de alta calidad.

Sus 15 líneas de barril incluyen tanto su producción regular como ediciones limitadas y colaboraciones con otras cervecerías nacionales e internacionales. El sistema de «flights» o vuelos permite probar pequeñas cantidades de diferentes estilos, ideal para quienes quieren explorar sin excederse. Su cocina, que incorpora cerveza en muchas preparaciones, complementa perfectamente la experiencia con platos diseñados específicamente para maridar con los diferentes estilos servidos.

9. HBH (House of Beer & Hops): Paraíso del lúpulo

Para los auténticos entusiastas del lúpulo, HBH en Providencia ofrece la selección más completa de cervezas lupuladas de Santiago. Este bar especializado cuenta con 25 canillas que priorizan estilos como IPA, APA, NEIPA y variantes, con rotación constante que asegura novedades en cada visita. La meticulosa atención a detalles como la temperatura exacta de servicio, el vaso apropiado para cada estilo y la presión de dióxido de carbono optimizada garantiza la mejor expresión de cada cerveza.

El personal, certificado en el programa Cicerone (equivalente a sommelier pero para cerveza), ofrece recomendaciones personalizadas según preferencias específicas y organiza regularmente catas guiadas temáticas que exploran diferentes aspectos del universo cervecero. Para los verdaderamente apasionados, su «Lupulus Club» ofrece membresía con beneficios como acceso prioritario a lanzamientos limitados y eventos exclusivos con cerveceros invitados.

Bares tradicionales: La esencia de Santiago

10. La Piojera: Inmersión cultural completa

Ninguna lista de lugares para tomar algo en Santiago estaría completa sin mencionar esta institución fundada en 1916. La Piojera, declarada Patrimonio Cultural, ofrece mucho más que bebidas: proporciona una auténtica experiencia cultural chilena. Su especialidad es el famoso «terremoto», una potente mezcla de vino pipeño (vino joven), granadina y helado de piña que, como su nombre sugiere, puede hacer temblar a quienes no están acostumbrados.

El ambiente es parte fundamental de la experiencia: mesas largas compartidas que fomentan la socialización entre desconocidos, decoración rústica que no ha cambiado significativamente en décadas, y una clientela tremendamente diversa que incluye desde turistas curiosos hasta viejos habitués que frecuentan el lugar por generaciones. Los camareros, personajes en sí mismos con años de experiencia y anécdotas inagotables, complementan una visita que va mucho más allá de simplemente tomar un trago.

11. Bar Nacional: Historia líquida

Cerca de la Plaza de Armas, Bar Nacional mantiene viva la tradición de los bares santiaguinos de mediados del siglo XX. Fundado en 1939, este establecimiento ha sabido preservar su esencia mientras se adapta sutilmente a los tiempos actuales. El interior conserva elementos originales como la extensa barra de mármol, espejos biselados y mobiliario de madera oscura que ha presenciado décadas de historia santiaguina.

Frecuentado históricamente por periodistas, políticos e intelectuales, mantiene un ambiente propicio para conversaciones significativas. Su carta incluye preparaciones clásicas como el pisco sour tradicional, el araucano (similar al piscola pero con vermut) o el vaina, servidos junto a picadas contundentes como arrollado, pernil o lengua a la vinagreta que representan auténticamente la gastronomía chilena tradicional. Los precios razonables y el servicio sin pretensiones pero eficiente completan una experiencia que conecta con la memoria colectiva de la ciudad.

12. La Casa en el Aire: Bohemia colombiana en Santiago

Este acogedor bar ubicado en Bellavista trae un pedazo de Colombia a Santiago, creando un ambiente que evoca las legendarias tabernas de Bogotá donde la música, literatura y buena conversación fluyen tan libremente como las bebidas. La Casa en el Aire, que toma su nombre de un libro del escritor colombiano Antonio Caballero, ha sabido crear un espacio íntimo y cultural donde la experiencia trasciende lo meramente festivo.

Su especialidad son los tragos a base de aguardiente colombiano y otros destilados latinoamericanos, junto con una excelente selección de ron. El ambiente, con libros que cubren parte de las paredes, música seleccionada cuidadosamente en volumen que permite la conversación, y un público diverso pero generalmente interesado en el arte y la cultura, crea el escenario perfecto para veladas que se extienden naturalmente en estimulantes tertulias. Los jueves de poesía y los domingos de trova son particularmente especiales para experimentar la auténtica alma del lugar.

Lugares temáticos: Experiencias más allá de la bebida

13. Beervana World Tap Room: Un viaje cervecero global

Para quienes buscan explorar la cultura cervecera mundial sin salir de Santiago, Beervana en Nueva Las Condes ofrece un pasaporte líquido a través de más de 20 países. Este bar especializado cuenta con 30 canillas rotativas y más de 100 referencias en botella, cuidadosamente seleccionadas para representar lo mejor de la producción cervecera internacional, desde clásicos belgas hasta innovadoras cervezas escandinavas o japonesas.

Organizado por regiones cerveceras, el espacio incluye áreas inspiradas en los pubs ingleses, cervecerías monásticas belgas o beer gardens alemanes, permitiendo vivir diferentes experiencias dentro del mismo establecimiento. Las «Semanas Temáticas» dedicadas a países o regiones específicas profundizan la inmersión con selecciones especiales, gastronomía típica e incluso música representativa. El programa «Beer Passport» incentiva a los clientes habituales a documentar su viaje cervecero con beneficios progresivos a medida que exploran diferentes estilos y orígenes.

14. Bar El Internado: Lecciones líquidas

Con una temática inspirada en las aulas de antaño, El Internado en Barrio Italia ofrece una experiencia nostálgica para quienes disfrutan combinando buenas bebidas con algo de aprendizaje. La decoración, que incluye pupitres escolares antiguos, pizarrones y elementos que evocan los establecimientos educativos de mediados del siglo XX, crea un ambiente único que atrae tanto a quienes buscan reconectar con su infancia como a los amantes de ambientes con personalidad.

Su carta, presentada como un «cuadernillo escolar», organiza los tragos por «asignaturas» como Química (tragos con técnicas modernas), Historia (clásicos y sus variaciones) o Geografía (bebidas de diferentes partes del mundo). Los miércoles organizan «Exámenes Orales», sesiones de trivia temática con premios para los más conocedores, mientras que los domingos ofrecen «Clases Particulares», talleres de preparación de cócteles básicos para aficionados que quieren aprender técnicas fundamentales.

15. Subterráneo: Inmersión musical completa

Para quienes consideran que la música es parte fundamental de la experiencia de salir a tomar algo, Subterráneo en Santiago Centro ofrece un concepto donde el sonido es protagonista. Este bar, ubicado efectivamente en un sótano adaptado con excelente tratamiento acústico, ha sido diseñado priorizando la calidad sonora con un sistema de audio de alta fidelidad raramente encontrado en bares.

La programación musical, cuidadosamente curada, varía según el día: desde sesiones de vinilo donde DJs y coleccionistas presentan discos completos en formato analógico, hasta noches de jazz experimental o electrónica downtempo. Lo que distingue a Subterráneo es que la música nunca es simplemente un fondo, sino el centro de la experiencia, con volumen y calidad optimizados para la apreciación activa. La carta de bebidas, que incluye cócteles con nombres inspirados en canciones y álbumes icónicos, complementa conceptualmente la experiencia melómana sin distraer del protagonismo sonoro.

Experiencias únicas para ocasiones especiales

16. Chipe Libre: República independiente del pisco

Autodenominado como «República independiente del pisco», Chipe Libre en Lastarria ofrece la experiencia definitiva para los amantes de este destilado andino. Este bar especializado cuenta con más de 80 referencias de piscos chilenos y peruanos, desde pequeños productores artesanales hasta marcas establecidas, permitiendo explorar las similitudes y diferencias entre las producciones de ambos países sin entrar en la tradicional rivalidad.

La experiencia ideal comienza con un «Mapa de Ruta», degustación guiada de diferentes estilos y regiones pisqueras, seguida de cócteles de autor que exploran posibilidades más allá del tradicional pisco sour o piscola. El personal, profundamente conocedor del producto, ofrece explicaciones sobre procesos de destilación, variedades de uva y terroirs específicos, elevando la experiencia a un nivel educativo sin sacrificar el disfrute. La decoración, que incorpora elementos históricos relacionados con la producción pisquera, complementa conceptualmente la propuesta.

17. La Vinocracia: Democracia del vino

Rompiendo con la solemnidad que a veces rodea al mundo del vino, La Vinocracia en Providencia ha creado un concepto refrescante donde la accesibilidad y desmitificación son protagonistas. Este wine bar, con un enfoque descontracturado pero conocedor, busca democratizar la experiencia vitivinícola eliminando pretensiones y facilitando el descubrimiento.

Su particular sistema de organización abandona las tradicionales clasificaciones por cepa o región, optando por categorías más intuitivas y sensoriales como «Vinos para impresionar en una primera cita», «Vinos para reconciliaciones» o «Vinos para acompañar series de Netflix». El personal, capacitado pero de trato cercano, prioriza la conexión personal y la comprensión de gustos individuales sobre el conocimiento técnico, creando recomendaciones verdaderamente personalizadas. Los jueves de «Vino al Revés», catas a ciegas donde se eliminan las etiquetas y preconceptos, son particularmente populares entre quienes quieren desafiar sus propias preferencias establecidas.

18. Restobares panorámicos: Tragos con vista privilegiada

Santiago, bendecida con el espectacular telón de fondo de la cordillera de los Andes, cuenta con varios establecimientos que han aprovechado esta geografía privilegiada para crear experiencias donde la vista complementa perfectamente a las bebidas. Tramonto en Luciano Kulczewski ofrece quizás la experiencia más completa, con una terraza 360° que permite apreciar tanto los Andes al este como la extensión urbana hacia el poniente, creando escenarios igualmente impresionantes al amanecer, atardecer o bajo las estrellas.

Para experiencias más exclusivas, Red2One en el hotel W Santiago combina una de las mejores vistas del sector oriente con coctelería premium y servicio de alto nivel, mientras que Azotea Matilde en el centro histórico ofrece una perspectiva única del Santiago antiguo desde un edificio art decó restaurado, con precios más accesibles sin comprometer la calidad. Estos espacios cobran particular magia durante la «hora dorada», ese momento cuando la luz del atardecer baña la ciudad en tonos cálidos, transformando incluso el trago más simple en una experiencia sensorial completa.

Opciones accesibles: Buenas bebidas sin arruinar el presupuesto

19. El Rey del Sandwich 24 horas: La institución nocturna

Aunque principalmente conocido por sus generosos sándwiches que han salvado innumerables noches de fiesta, El Rey del Sandwich también funciona como un punto de encuentro donde disfrutar bebidas a precios accesibles a cualquier hora del día o noche. Esta cadena con varias sucursales en Santiago, todas operando 24/7, ofrece una experiencia sin pretensiones pero auténticamente santiaguina.

La carta de bebidas es sencilla pero cumple perfectamente su función: cervezas bien frías, piscolas generosas y opciones básicas de vino a precios significativamente más bajos que en establecimientos especializados. El verdadero valor está en la experiencia social: estos locales funcionan como observatorios de la vida urbana santiaguina, con una clientela que incluye desde oficinistas en pausa de almuerzo hasta noctámbulos buscando el último trago antes de volver a casa. La sucursal de Providencia es particularmente interesante durante las madrugadas de fin de semana, cuando se convierte en punto de convergencia de personas finalizando sus noches en diferentes lugares.

20. Bar Liguria: Tradición accesible

Con varias sucursales distribuidas estratégicamente por Santiago, Bar Liguria ha conseguido el equilibrio perfecto entre calidad, ambiente y precios razonables, convirtiéndose en una institución querida tanto por locales como por visitantes. Su decoración ecléctica con paredes repletas de afiches, fotografías y memorabilia crea un ambiente acogedor con carácter propio, mientras que el servicio familiar pero eficiente completa la experiencia.

Su carta de bebidas, sin ser revolucionaria, ofrece excelentes versiones de clásicos como el pisco sour, vaina o borgoña (vino con fresas maceradas), junto con una cuidada selección de vinos nacionales a precios muy competitivos. Los tres horarios de happy hour (mediodía, tarde y noche) permiten disfrutar de promociones independientemente del momento del día. La sucursal original en Manuel Montt sigue siendo la favorita de los habitués, pero las versiones de República (popular entre universitarios) y Santiago Centro (frecuentada por oficinistas) ofrecen la misma calidad con ligeras variaciones en la atmósfera según su ubicación.

Consejos prácticos para disfrutar la escena de bebidas en Santiago

Recomendaciones según ocasión

Para aprovechar al máximo los lugares para tomar algo en Santiago, considera estas recomendaciones según el tipo de salida que busques:

  • Para impresionar en una primera cita: Room 09 o Tramonto ofrecen el equilibrio perfecto entre ambiente sofisticado y vistas espectaculares sin resultar pretenciosos. Bocanáriz es ideal si buscas demostrar conocimiento cultural a través del vino chileno.
  • Para reunión con amigos: Bar Liguria o Cervecería Nacional proporcionan ambientes relajados con excelente relación calidad-precio y espacios adecuados para grupos. Sus menús para compartir facilitan la experiencia social.
  • Para after office: La Singular o La Vinocracia ofrecen happy hours interesantes en ambientes donde es igualmente apropiado ir con vestimenta de oficina o casual, creando una transición natural entre la jornada laboral y la noche.
  • Para turistas buscando experiencias auténticas: La Piojera proporciona inmersión cultural completa, mientras que Chipe Libre ofrece una introducción sofisticada a los destilados andinos con información contextual valiosa.

Logística y planificación

  1. Reservas: Para establecimientos premium como Room 09, Bocanáriz o Siete Negronis, especialmente para fines de semana, es altamente recomendable reservar con al menos 48-72 horas de anticipación.
  2. Transporte: Considera que Santiago cuenta con un sistema de metro eficiente que opera hasta medianoche (1 AM los fines de semana) y aplicaciones de transporte como Uber o Cabify que funcionan eficientemente para horarios posteriores.
  3. Horarios: Muchos bares especializados abren relativamente temprano (16:00-17:00) pero no alcanzan su ambiente óptimo hasta después de las 20:00. Los viernes, la hora peak suele ser entre 19:30-22:00 para after office.
  4. Propina: En establecimientos con servicio a la mesa, la propina sugerida es del 10% y en muchos lugares se incluye automáticamente en la cuenta (consultando previamente).

Tendencias actuales en la escena de bebidas

Para estar al día con lo más actual de los lugares para tomar algo en Santiago, estas son las tendencias que están definiendo la escena en 2025:

  • Coctelería consciente: Establecimientos como Raíz Bar o The Green Bar están liderando el movimiento de coctelería sustentable, utilizando productos locales de temporada, minimizando desperdicios y eliminando plásticos de un solo uso.
  • Fermentados y destilados locales: Más allá del pisco y el vino, está surgiendo interés en fermentados tradicionales chilenos como chicha, muday o cola de mono artesanal, así como destilados experimentales elaborados con ingredientes nativos.
  • Bebidas sin alcohol premium: Respaldando el movimiento «sober curious», bares como Siete Negronis y La Singular han desarrollado cartas completas de «mocktails» o bebidas sin alcohol con la misma complejidad y presentación que sus contrapartes alcohólicas.
  • Vinos naturales y biodinámicos: Espacios como La Misión o La Vinocracia están ampliando significativamente su oferta de vinos de mínima intervención, respondiendo al creciente interés en vitivinicultura sustentable y expresiones más puras del terroir chileno.

Santiago ha consolidado una escena de bares y establecimientos para beber que refleja tanto su herencia cultural como su creciente sofisticación y apertura a influencias globales. Los lugares para tomar algo en Santiago abarcan desde experiencias premium que pueden competir con las principales capitales del mundo hasta auténticas instituciones tradicionales que preservan el patrimonio líquido chileno.

Ya sea que busques explorar la diversidad del vino chileno, descubrir coctelería de vanguardia, sumergirte en el boom de la cerveza artesanal o simplemente disfrutar de una auténtica experiencia local, Santiago ofrece opciones que satisfacen todos los paladares, preferencias y presupuestos. Esta diversidad, junto con una creciente cultura de innovación y excelencia en el servicio, ha posicionado a la capital chilena como un destino relevante en el mapa global de las bebidas de calidad.